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DE VICIOS Y VIRTUDES NO SOLITARIOS: LA CORRUPCIÓN EN EL AROMO

En Ecuador hemos visto pero no hemos dado suficiente espacio a la mirada de cómo la corrupción ha echado a perder bienes de la Naturaleza que demandan reparación integral, si eso es posible. A esta destrucción la vengo llamando, sin importarme la justeza de los términos, crímenes de lesa Naturaleza. El caso de El Aromo es uno de ellos. Si algo conoce visualmente el pueblo ecuatoriano, mediante fotografías y videos que se volvieron emblemáticos, es la devastadora destrucción de El Aromo, convertido en un inmenso y muerto canchón térreo con las obras preparatorias del eufemísticamante llamado Complejo refinador y petroquímico del Pacífico, cuyo rampante fracaso y despilfarro condujo al gobierno actual a declarar en abandono el proyecto.

Sin embargo, según información de prensa, las decisiones han cambiado. Protejamos a El Aromo de cualquier intento de reponer el proyecto correista de instalar allí una refinería de petróleo.

Rafael Correa y Hugo Chávez

Fotografía: Presidencia de Ecuador

Por María Arboleda

La forma en que el autor español Manuel Jiménez describe la onomatopeya que resulta al pronunciar la palabra corrupción me ha gustado porque, según él, remite a la “evocación de ruidos de piedras arrastradas por un río” [1], cualidad que la palabra comparte con otras que el autor llama “hijas del rumpere latino”, verbo que significa romper o destruir: irrumpir, disrrumpir, interrumpir, prorrumpir, corromper. Como piedras arrastradas por un río, todas son acciones que “destrozan, rompen, hacen pedazos, destruyen cualquier continuidad.”

En su significado, corrupción es una palabra que significa destruir o alterar por putrefacción y también dañar, depravar, viciar, pervertir o degenerar a alguien mediante compra, soborno, cohecho[2]. En efecto, la palabra proviene del latín corrumpere, corruptio, corruptionis. Desde su origen etimológico, la palabra ya señala que la corrupción no es un vicio solitario, sino que se ejerce al menos entre dos. Formada por tres partes, la primera es el prefijo con (cum), que significa juntamente. La segunda, el verbo rumpere: romper, separar, quebrar, partir, hacer pedazos, hacer estallar, lo que conduce a destruir, alterar, dañar. Completa el concepto el sufijo tio (ción) que indica acción y efecto. Es decir acción y efecto de, conjuntamente, dañar, depravar, viciar, pervertir, degenerar, romper, separar, quebrar, partir, hacer pedazos, hacer estallar, comprar, sobornar o cohechar.

Pero no solo se puede hablar de asuntos crematísticos con esta palabra. Mucho al parecer, en la esfera de lo humano y lo divino, puede ser corrompido. La RAE, por ejemplo, asocia también su significado al enviciamiento o abuso en un escrito, por alteración o falsificación de un documento el cual, entonces, habría sido corrompido. Fernando Vega, en un ensayo presentado en la instalación de la Comisión Nacional Anticorrupción capítulo Cuenca, dejó en claro uno de los significados plurales del término corrupción al asociarlo a descomposición y a su continuo, la putrefacción. Pero hay otras acepciones menos materiales como la que habla de corromper “las buenas costumbres”, de un colectivo o una persona, por ejemplo, de mujeres conducidas bajo fuerza a la trata sexual o a la prostitución. No se queda atrás la esfera de la política. Una de sus aplicaciones más antiguas proviene del Senado romano, donde el término corrupción era usado para señalar que este organismo había sido dañado, separado, por la acción incorrecta de alguien. Echar a perder algo, por parte de dos o más que se juntan para actuar, es por tanto consustancial a la corrupción.

Tras años de acumular denuncias, en su mayoría comprobadas por resultados de diversas investigaciones, los ecuatorianos aprendimos con dolor –porque aún la letra con sangre entra— que la década 2007 – 2017 fue la de la Gran Corrupción. No la corrupción de a luca. No la corrupción de calle o ventanilla. Tampoco la corrupción histórica, anterior al régimen correísta, pues en cuanto a “logros”, aquella no llega ni al tobillo de la señalada. Nos hemos dado de frente con una Gran Corrupción caracterizada por ingentes sumas de sobornos y ganancias no legítimas, mediatizadas mediante seducción, cohecho y concusión, por redes de delincuencia organizada empresariales y estatales, a modo de pandillas, que recurrieron a rutas de lavado del dinero nacionales e internacionales, cuyos montos y destinos reales esperamos se terminen de conocer pronto.

El Aromo: burla a la Naturaleza.

El año 2007, el Instituto Oceanográfico de la Armada de Ecuador, INOCAR, realizó un estudio para la preselección de posibles áreas de implantación de una Refinería en la costa ecuatoriana. En el estudio se analizaron 14 áreas en las provincias de Esmeraldas, Manabí, Guayas y El Oro. En Manabí se localizaron cinco áreas, entre éstas El Aromo, situado en la parte alta de la península de Manta. El INOCAR, en su Informe, descartó a El Aromo como área para implantar una refinería señalando que su construcción en esta zona constituía una bomba de tiempo, por el impacto ambiental que generaría, pues en el área existen acantilados en la franja costera que traen graves riesgos para la conducción de productos petroquímicos mediante tuberías, debido a que la zona es densamente poblada (asentamiento de Manta, Jaramijó y Montecristi) y porque la presencia de buques tanqueros afectaría a la reserva ictiológica (zona marina), una de las más diversas de la costa ecuatoriana y lugar de nacimiento de ballenas para el mundo. El informe habló además de grave riesgo geológico.[3]

Sin embargo, para construir la que sería la “refinería más grande del Pacífico”, capaz de refinar 300.000 barriles diarios de crudo pesado y producir pesticidas, fertilizantes, telas y otros, las empresas Petroecuador y Petróleos de Venezuela (Pdvsa), en julio de 2008, crearon una compañía de economía mixta conocida como Refinería del Pacífico RDP.

Seis meses después, en enero de 2009, mediante el establecimiento de un régimen de emergencia que permitió la contratación directa de las obras, sin concurso, el presidente del Directorio de la RDP, contralmirante Luis Jaramillo Arias, el estudio de INOCAR fue enviado al tacho de basura y se dio paso a la contratación de nuevos Estudios de Línea Base Ambiental para la selección del sitio de implantación de la RDP. El mecanismo favoreció a la empresa coreana SK E&C Consultores Ecuador. Curiosamente, el área que finalmente recomendó SK para construir la RDP fue El Aromo, la misma que INOCAR descartó en 2007. Al contrario de INOCAR, SK describió a la zona como la de “menos sensibilidad socioambiental y con menos diversidad biótica” entre las estudiadas. El Informe final de SK fue presentado el 09 de noviembre de 2010: ¡nueve meses después de que El Aromo había sido ya comprado para la RDP!

2009: navidades y fin de año felices para un empresario, Carlos González Artigas y sus amigos, entre ellos, Carlos Proaño Romero

El dueño de El Aromo resultó ser un conocido empresario. Carlos González Artigas Díaz se había convertido a la fecha en la única persona con escrituras legalizadas en el área según Informe del jefe de Relaciones Comunitarias de la RDP quien, el 18 de diciembre de 2009, recomendó la adquisición[4]. Tres días después, el 21 de diciembre, el contralmirante Jaramillo, declaró el terreno de utilidad pública para “negociar directamente la compra”[5].

La compra se realizó mediante una fraudulenta maniobra con la cual un terreno avaluado en USD 121.275 a inicios de 2009, subió de precio a USD 13´475.000 en diciembre de 2009 y fue vendido ese mismo mes en 6´737.500 USD, más de quinientas veces el precio que tenía apenas un año atrás. Lo que permitió el brutal incremento de precios fue un certificado de avalúo que luego se descubrió como falso. O corrupto.

La seguidilla de acciones hablan de una Navidad y un Año Nuevo felices para los dueños del terreno y sus amigos. El 15 de diciembre de 2009, Eulogio Alonzo Carrillo, jefe de Avalúos y Catastros del municipio de Montecristi, emitió el certificado falso de avalúo del terreno por USD $ 13´475.000. En plena Navidad, el 24 de diciembre de 2009, Carlos Proaño Romero, Gerente Administrativo de la RDP, y Carlos González-Artigas Loor, apoderado de su padre Carlos Artigas Díaz, suscribieron un Acta de Negociación que fijó en USD $ 0,50 el precio del metro cuadrado del terreno, lo que equivalía a USD $ 6´737.500. Cinco días después, el 29 de diciembre de 2009, el contralmirante Jaramillo, representante legal de la RDP, Ángelo Luis Caputi, vicepresidente ejecutivo-gerente general del Banco de Guayaquil, y Carlos González Artigas Díaz, finalizaron en la Notaría primera de Montecristi, la escritura de compraventa.

En los territorios del bosque y sus espacios cercanos, habitan 19 comunidades[6]: San Juan, San Mateo, Santa Marianita, El Aromo, Pacoche, Ligüiqui, San Lorenzo, Río Caña de Manta, Las Piñas, El Abra y Santa Rosa de Manta, Pile, Río Caña de Montecristi, Unión Patria, Las Pampas, La Solita, Las Cruces, San Bartolo y Río Manta en Montecristi. Antes de los hechos que contamos, también existía una comunidad con base en El Aromo, la número 20.

En 2012[7], las comunas ancestrales de Manabí denunciaron que la comuna de El Aromo había “dejado de existir como territorio colectivo ya que se entregaron providencias de adjudicación individuales, infringiendo el artículo 57 numeral 5,6 y 7 además del 60 de la vigente Constitución Política”, gracias a un trabajo realizado por el Instituto Geográfico Militar IGM y el Instituto Nacional de Desarrollo Agrario INDA, realizado bajo “la lógica de afectación de los  territorios ancestrales … en base a la prioridad económica de la mega obra energética”. Según los comuneros, el INDA y el IGM, entraron a los territorios con técnicos de la RDP y “determinaron quienes son los dueños de los predios sin una metodología clara, peor aún un conocimiento específico sobre las formas de dominio y posesión de territorios colectivos.” Como resultado se estableció a estas tierras “como sin posesionario”. Estos hechos, que habrían ocurrido en la fase previa a la compra de El Aromo, aún necesitan ser investigados.[8]

Devolver El Aromo a las comunidades ancestrales

Situado en la provincia de Manabí, El Aromo es un bosque vinculado al ecosistema de Pacoche, formado por remantentes de bosque húmedo y seco, refugio de vida silvestre marinocostera, donde no solo existe una alta biodiversidad sino también con seguridad relictos arqueológicos y antropológicos.[9] Pacoche fue declarado área protegida por una ordenanza del municipio de Manta en 1998. Por contiguidad, implica social, ecológica, económica, geológica y culturalmente al cantón Montecristi, que declaró como protegidas otras zonas como el cerro de Montecristi y áreas de influencia aledañas. El bosque de Pacoche y al Parque Nacional Machalilla, son zonas con vida silvestre y marina y presencia de acuíferos, consideradas reservas de agua y barreras contra la desertificación, en un territorio en riesgo como Manabí.[10]

Aunque la empresa estatal Petroecuador prometió que se usaría tecnología de última generación para el control de emisiones y las técnicas y normas más avanzadas y estrictas de control y mitigación ambiental de haberse instalado y operado la RDP, el mero uso del concepto de mitigación ya anunciaba algo que es cierto: ninguna operación petroquímica es inocua y todas causan severos daños a los ecosistemas y a las poblaciones en su entorno. Refinar petróleo provoca la emisión de gases que contienen, entre otras sustancias, azufre, material que al mezclarse con el agua da origen a las lluvias ácidas. Cada barril de petróleo que se refina utiliza 1.429 litros de agua. Los desechos finales de la refinación, altamente tóxicos, causan deterioro de suelos, maniantales, ríos, acuíferos y del mar. Es usual que la gente que vive en los entornos de una Refinería presenten diverso tipo de dolencias y afectación en su salud.[11]

Los ecosistemas señalados son frágiles. Ante la movilización de actores en su defensa, tras el anuncio de la posible localización de la RDP en la región, en septiembre de 2008, el Gobierno de Rafael Correa estableció el Refugio de Vida Silvestre Costero Marino Pacoche, con un área de 5.096 hectáreas terrestres y 8.500 marinas, en los cantones Manta y Montecristi, con una delimitación que dejaba afuera, convenientemente, a El Aromo. Al crear el Refugio se dijo que allí habitaba una variedad de especies como el mono aullador, la guacharaca, loros, jaguares, venados, tigrillos, pájaros y especies vegetales como el higuerón, matapalo, catibo, samán, cedro, tagua, caña gadúa y toquilla. Se quedaron cortos. El propio Plan de Manejo del Refugio, elaborado por el MAE en 2009, enlistó 281 plantas vasculares y señaló la existencia de más de 200 especies de aves, de las cuales enlistó 180, solamente en estas dos categorías.

Fotografía: Cortesía Andrés Cabrera V.

Que se detenga la destrucción en El Aromo!

Al inicio de este artículo he revisado cómo la palabra corrupción abarca significados que tocan lo material y lo intangible. Y escribí que la corrupción es un vicio no solitario y que en la década pasada se refinaron muchos usos de la corrupción en cuyo largo etcétera van quedando en negativo las afectaciones a la Naturaleza. En la carta que la Comisión Nacional Anticorrupción y el Colectivo Nacional Unitario de Organizaciones Sociales, Indígenas y Populares llevamos al presidente Lenin Moreno, en demanda de una Consulta Popular, el 20 de septiembre de 2017, la primera pregunta postulada por nosotros, decía: “¿Está Usted de acuerdo que en los casos de corrupción del pasado, de ahora y los que puedan venir, además de recuperar lo robado, se repare integralmente los daños causados a los ciudadanos, a la Naturaleza y al Estado; y se sancione a los responsables con la muerte civil permanente y la extinción del dominio de los bienes producto de la corrupción?”[12]

Asumimos la corrupción, de este modo, como una palabra que contiene el tránsito de lo crematístico y lo político a lo ecológico, de lo material a lo intangible, para ampliar estos sentidos en línea de fortalecer la relación de los pueblos con la Naturaleza como una de las bases orgánicas del combate a la corrupción.

En la revista Vistazo que circuló el 1 de Septiembre de 2017, el periodista Cecilio Moreno, anticipando la decisión presidencial de no continuar con el proyecto de una refinería en El Aromo, propuso dedicar el terreno a un parque eólico o de energía solar. Por el contrario, en la últimas semanas, conocimos que el ministerio de recursos naturales ha recibido al menos 20 propuestas para continuar la construcción de una refinería de petróleo –eufemísticamente llamados “productos limpios”—en El Aromo.

Si algo conoce visualmente el pueblo ecuatoriano, mediante fotografías y videos que se volvieron emblemáticos, es la devastadora destrucción ya causada en El Aromo, que de bosque mutó a inmenso y muerto canchón térreo con las obras preparatorias para el Complejo refinador y petroquímico del Pacífico, en cuyas obras se despilfarraron más de USD 1.200 millones.

Si queremos recuperar nuestro país, es necesario cambiar la lógica de las inversiones estatales. Proteger El Aromo puede ser una iniciativa esperanzadora, sostenida con procesos de reparación ambiental-social-cultural y políticos. Llamo al presidente Lenín Moreno a apoyar a las actorías sociales en un proceso virtuoso en El Aromo, cuya niebla, verdor y fragancia quizá regresen al restaurarse el bosque, los acuíferos, los humedales, la garúa y la lluvia, al regresar y ser protegidas las especies animales y vegetales y los suelos.

¿Con quiénes? Con las comunidades involucradas por años en el desarrollo sustentable de los bosques seco y húmedo de Manta, Jaramijó, Montecristi, las comunidades de San Juan, San Mateo, Santa Marianita, El Aromo, Pacoche, Ligüiqui, San Lorenzo, Río Caña, Las Piñas, El Abra, Santa Rosa, Pile, Unión Patria, Las Pampas, La Solita, Las Cruces, San Bartolo y Río Manta y una restaurada comunidad con base en El Aromo, la número 20, habitantes ancestrales de estos territorios, para que con recursos apropiados puedan sostener un proceso ecológico-constituyente de refundar, reinstituir, organizar “con todos” al Estado local y a la Naturaleza que tanta falta hacen en Manabí. Procesos capaces de dar nuevo anclaje a esos pueblos montubios cuyas bases materiales e intangibles de vida han sido criminalmente afectadas.

[1] Manuel Jiménez Friasa. Meditación etimológica sobre la corrupción: la inquietante estirpe del “rumpere” latino. Fuente: https://clarosenelbosque.com/meditacion-etimologica-sobre-la-corrupcion-la-inquietante-estirpe-del-rumpere-latino/

[2] Fuentes: http://etimologias.dechile.net/?corrupcio.n; https://definicion.de/corrupcion/; http://corrumpo.blogspot.com/2009/04/etimologia-de-la-palabra-corrupcion.html;

[3] Tras el terremoto de 2016 en Manabí, el sismólogo Hugo Yépez declaró a El Universo que El Aromo estaba situado en “una zona sísmica donde se produjo un megaterremoto en 1906”, añadiendo que “en los campos inhabitados de El Aromo podría haber aceleraciones sísmicas importantes.”Ver: http://www.eluniverso.com/noticias/2016/05/30/nota/5607645/yepes-dice-que-refineria-esta-zona-sismica

[4] Diario El Universo. “Dueño de la Fabril vendió tierras para la nueva Refinería”. Viernes 08 de enero de 2010. Véase en: http://www.eluniverso.com/2010/01/08/1/1356/dueno-fabril-vendio-tierras-nueva-refineria.html

[5] Informe General de la Contraloría General del Estado No. DASE-0049-2014. Aprobado el 13 de marzo de 2014 por la Eco. Emilia Bazante Ramírez, Directora de Auditoría de Sectores Estratégicos.

[6] Seguimos información de El diario (op. cit). En especial testimonios de Alejandro Vera, a la fecha coordinador del área productiva del comité técnico del manejo de bosques; Julia Ávila, inspectora del bosque de Pacoche; y Tito Erazo, de la Unidad de medio ambiente de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí.

[7] Fuente. Blog de Agrocomunal. Ver: http://propiedadcolectiva.blogspot.com/2012/06/las-comunas-ancestrales-en-manabi.html 8/6/12.

[8] En el proceso de construcción de la denuncia de la CNA sobre la compra fraudulenta de El Aromo, conocimos que la comuna Río Manta había pedido en 2010 la titulación colectiva al INDA, sin obtener respuesta. El 3 de agosto de 2011, la comuna obtuvo una resolución judicial que “dejó sin efecto todas las providencias y títulos de propiedad de terrenos que se refieren al sitio o comuna Río Manta”, lo que afectaría la compra venta de El Aromo. El juez Héctor Bravo Castro, a cargo del caso, dictó una resolución indicando que en la acción efectuada por el Magap y la Notaría Primera y Registraduría de la Propiedad de Montecristi, «se vulneraron derechos colectivos reconocidos por la Constitución de la República», y ordenó “la reparación integral, material e inmaterial del daño que han causado los accionados en contra de la comunidad montecristense.”

[9] La historia de Manabí habla de culturas ancestrales al menos desde 7000 AC. Por ello, aplico libremente la palabra relicto en una acepción arqueológica y antropológica, como: “Las especies relictas son aquellas que se encuentran en (…) el último reducto donde quedan vivas. Existen muchas especies vivas que destacan, no por su abundancia, sino por esta escasez.” (Relicto. https://es.wikipedia.org/wiki/Relicto.Versión libre para este ensayo).

[10] En 1991 las zonas de Manabí en riesgo de desertización representaban el 22,9 por ciento del territorio provincial (El Diario, op. cit.).

[11] Petroecuador, cargado de alegres promesas, socializó el proyecto entre las comunidades afirmando que no habría riesgo de contaminación.

[12] La pregunta fue perfeccionada en sentido ambiental gracias a un aporte de Esperanza Martínez de Acción Ecológica/Yasunidos.

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