Universidad y Lenguas Indígenas: Un estudio reciente de UNESCO alertaba que incluso lenguas con millones de hablantes como el kichwa (en Ecuador) o quechua (en Bolivia y Perú) está en serio peligro de desaparecer si no se concretan políticas de revitalización y fortalecimiento.
Uno de los elementos de la lucha de los movimientos indígenas ha sido la valorización, el fortalecimiento y desarrollo de los idiomas de los pueblos originarios. Para eso se creó en la década de los 80s la EBI; como un espacio institucional dentro del Estado para garantizar la sobrevivencia de los idiomas y los saberes por la vía educativa.
Ha pasado mucha agua bajo el puente, y los procesos de lucha idearon, construyeron y crearon en 2004 la Universidad Amawtay Wasi; como un espacio de educación superior que permita el desarrollo más profundo de los saberes indígenas en diálogo permanente con otros saberes no indígenas.
Por otro lado, la situación de vulnerabilidad de las lenguas indígenas en la actualidad es grave. Un estudio reciente de UNESCO alertaba que incluso lenguas con millones de hablantes como el kichwa (en Ecuador) o quechua (en Bolivia y Perú) está en serio peligro de desaparecer sino se concretan políticas de revitalización y fortalecimiento.
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Como bien es sabido, una lengua requiere de un territorio para su desarrollo. Uno de esos territorios es el educativo, y dentro de este, el de la educación superior. Cabe recordar que el Ecuador desde 2008 es un Estado plurinacional e intercultural; y además reconoce el kichwa y el shuar como lenguas oficiales, y los otros idiomas oficiales dentro de sus territorios.
En este sentido, lo que cabría esperar es que el sistema educativo superior cumpla con el mandato constitucional. En el caso de la Universidad Amawtay Wasi, tomando en cuenta su génesis, lo coherente sería que tome en serio la validez y necesidad de los idiomas indígenas en el desarrollo académico. Y esto no significa dejar de lado a otros pueblos no indígenas de habla castellana; pues no se trata de discriminación. Hay que tomar en cuenta que el castellano tiene ya sus espacios hegemónicos en el sistema educativo, mientras que los idiomas indígenas no.
Es un debate complejo en realidad, pero de todas formas, es necesario que alguna vez nuestros idiomas tengan realmente espacios para su desarrollo.
Y por otro lado, hace falta realmente un debate sostenido sobre cómo llevar a la práctica el Estado plurinacional y la interculturalidad en la educación superior. Algunos temas a primera vista podrían ser:
Primero
La consolidación de una EBI general para todo el sistema educativo; donde los idiomas indígenas sean aprendidos también por la población castellana-hablante dependiendo las zonas de influencia de cada idioma indígena. No puede ser posible, que solo la población indígena sea bilingüe y el resto no.
Segundo
El tema de la inclusión de profesionales y académicos indígenas dentro de todas las universidades del país, con cupos fijos.
Tercero
La inclusión dentro de las mallas curriculares de los saberes indígenas en los casos que sea pertinente, por ejemplo, el derecho indígena, la medicina, la etnobotánica, etc.
Cuarto
La valoración de los idiomas indígenas para los procesos de graduación de los estudiantes universitarios, como una opción válida.
Quinto
Todo lo anterior requiere de que el Estado cumpla con los presupuestos para la educación pública superior; como un derecho garantizado por la Constitución.
De por medio habrá muchas otras cuestiones; pero en algún momento y por algo se debería empezar para concretar la plurinacionalidad en la educación superior, y contribuir a la supervivencia de los idiomas indígenas.
Seguimos difundiendo aquello en lo que creemos y por lo que siempre hemos luchado, los derechos del movimiento indígena, de las mujeres o warmis, de los grupos LGTBI, de los trabajadores y los derechos de cuidar a la naturaleza.
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