Hace pocos días nos dejó a este lado de las almas, Gloria Chicaiza, luchadora incansable de los derechos humanos y de las causas de la naturaleza. Sus compañeros de lucha, de vida, de victorias y derrotas la recordamos siempre con ese ímpetu, a la vez fuerte como un vendaval, a la vez sereno como el río claro.
Glorita participó desde muy chica en organizaciones barriales para luego integrarse a movimientos pacifistas y de derechos humanos. Allí es donde aprendió una de sus virtudes más entrañables, esa resistencia pácifica y no violencia activa que ponía a temblar hasta al más férreo enemigo.
En el camino se vinculó a la lucha por la naturaleza y los derechos de las nacionalidades amazónicas en aislamiento. Se incorporó, por así decirlo, de manera natural, a los inicios de una de las organizaciones ecologistas más importantes de América Latina, Acción Ecológica, y desde ese momento su lucha ha sido inclaudicable.
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Y así, el enfrentamiento a la minería fue su campo de batalla, donde con trabajo solidario y paciente ha conseguido la resistencia a grandes proyectos. Organización y lucha para resistir.
Gracias Glorita, por sostener la esperanza, por mantener el tejido fuerte, por el encuentro comunitario, por las manos unidas, por la solidaridad, gracias Glorita por acuerparnos en los momentos más duros. Gracias por enseñarnos que por la vida, nadie se cansa.
Doctor en Estado de Derecho y Gobernanza Global por la Universidad de Salamanca. Es psicólogo político y está interesado en el comportamiento político, tanto de la ciudadanía como de las élites. Actualmente también desempeña labores como asistente e investigador en Flacso España.
Quito, Ecuador