Es hora de que nos unamos, que se acabe ese machismo y el patriarcado. Que ellos ayuden en la cocina, mientras las mujeres salimos al frente.
Nadie nos va a decir lo que tenemos que hacer.
Concejala nahua. Tepoztlán, Morelos
Osbelia Quiroz González, con sus 80 años, es la mayor del Concejo Indígena de Gobierno. Su fortaleza cansa al más ágil. Sorprende subiendo y bajando cerros, poniendo el cuerpo frente a la maquinaria que los despoja de su territorio o dejando el pase libre en la caseta de cobro para difundir sus demandas. “La gacela” le decían a la maestra Osbelia cuando de joven competía en las carreras de atletismo. Se entiende.
Tepozteca de nacimiento, no hay quien no la conozca en la cabecera del municipio. Cientos de sus alumnos y alumnas hoy son personas adultas con una vida hecha, padres e incluso abuelos. Es un domingo de noviembre y Osbelia se dirige al plantón que el movimiento mantiene frente a la presidencia municipal en contra de la ampliación de una carretera que los divide y atenta contra su pueblo. Arregla el altar y barre. Toma los carteles que le tocan y con ellos en su bolsa se dirige a alcanzar a sus compañeros a la caseta de cobro, quienes la tomaron simbólicamente e instalaron el pase libre, acción que consiste en pedirle a los trabajadores de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) que se retiren de las casetas o se hagan a un lado, mientras ellos dejan pasar a los automovilistas sin que paguen cuota, depositando una cooperación voluntaria en sus botes. Osbelia despliega su cartulina y se pone a un costado. La policía la observa, y ella ni voltea.
“No tengo miedo a la represión”, dice, segura de sí misma. “Si algún día me detienen, iré al lugar a donde me lleven. No importa que me encarcelen, ahí puedo estar, y si tengo la oportunidad de seguir leyendo, leeré lo que han hecho nuestros antepasados, lo que por derecho nos corresponde: nuestro territorio”. Heredera de sangre de guerreros, lo mismo se enfrenta al actual gobernador Graco Ramírez que a los trabajadores de las transnacionales que los despojan del territorio. No hay descanso, dice, y “menos tiempo”……. para seguir leyendo revisa Desinformémonos
Espacio con información del campo, los barrios, los centros de estudios, las fábricas y las comunidades indígenas. Un espacio de las calles y llanos, con testimonios de hombres y mujeres invisibles para los grandes medios de comunicación masiva: migrantes, indígenas, refugiados, artistas, trabajadoras sexuales, niños y niñas que viven en las calles, campesinos, obreros, estudiantes y un largo etcétera conformado por las clases desposeídas, Los Nadies, como los nombra el escritor uruguayo Eduardo Galeano.