Crecí junto al mar, es mi vida. No es un pedazo de agua, sino algo que va más allá. Es la sangre de todos nuestros ancestros y también el lugar de donde sobrevivimos.
Soy lo que soy y lo que me hizo la vida
Concejala tsotsil. Comunidad de Acteal, Chiapas
Lupita pegó su pequeño cuerpo de diez años al de su madre y desde esa posición escuchó el impacto de la bala que la asesinó. Ese mismo día perdió también a su padre, a cinco de sus diez hermanos, a su abuelita y a su tío. Nueve familiares en total cayeron en la masacre de Acteal, perpetrada por grupos paramilitares acusados por organismos de derechos humanos de ser auspiciados desde el Estado. Veinte años después, con sus 30 años a cuestas, es la primera mujer tsotsil en recibir un bastón de mando de Las Abejas, organización de origen católico con un cuarto de siglo de historia en el suroriental estado de Chiapas.
Guadalupe Vásquez Luna representa a la región Altos-Centro de Chiapas en el Concejo Indígena de Gobierno. Lograr la justicia para su pueblo y organizarse contra los proyectos de muerte es una de las tareas de esta menuda mujer tsotsil, maestra y madre de dos hijos con los que suele caminar con la frente en alto por las racistas calles de San Cristóbal de las Casas, enfundada en su huipil morado y enagua de lana negra, prendas tradicionales de las mujeres de Los Altos, donde las nubes cubren montañas, pueblos y rostros, pero no agravios ni cicatrices.
“Ya era rebelde antes de Acteal”, dice, segura de sí misma. La rebeldía nació con ella y se multiplicó con la masacre y la posterior impunidad. Todas sus hermanas trabajaban en el campo y ella le insistía a su padre que la dejara ir a estudiar. “Me dijeron que no porque ninguna de mis hermanas lo había hecho y que si yo iba, se iban a enojar, que mejor ninguna”. Ella insistió: “No, papá, mis calificaciones hablan, no me lo vas a negar”. Desde entonces, dice, “no bajo la cabeza”, y en su vocabulario no existe la frase “está bien” para todo lo que considera que no lo está……para seguir leyendo revisa Desinformémonos
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Querida Guadalupe Vásquez Luna, me inclino ante tu valor y espero la paz y la justicia para ti y para todos los pueblos indígenas.
Mike Binnenbruck
de Alemania