Píllaro es un pequeño poblado andino en la provincia de Tungurahua, que queda a dos horas de la capital ecuatoriana Quito, donde los pillareños dan la bienvenida al Año Nuevo con su tradicional diablada. La mezcla de la cultura de los pueblos de América está presente. Ahí juegan y se divierten con un baile entre el paganismo y lo católico, traído de la Europa medieval. La diablada pillareña, es una fiesta sin un origen cierto, pero igual que en los pueblos de España, dan vida y color y atrae a los turistas a unirse a la fiesta
Entre el 1 y el 6 de enero en este poblado, hay un tiempo de alegría, de baile, de comunión en este mundo mágico de los pueblos de los andes. Los pillareños salen disfrazados de diablos, de guarichas, de capariches, de parejas de danzantes y así disfrutan con visitantes y curiosos.
No hay fecha concreta del inicio de la tradición, pero se relaciona con la llegada de los españoles a territorio Inca y en 2009 fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial del Ecuador. Los ancianos nos cuentan cómo los antiguos habitantes se disfrazaban de diablos para espantar a los invasores españoles, para que estos dejen sus tierras y a su pueblo.
Press South es una agencia de fotografía dirigida por Franklin Jácome, fotoperiodista ecuatoriano, especializado en coberturas políticas, deportivas, sociales y culturales.