La Diablada Pillareña, como se llama, es una fiesta alegre, colorida, rica en historia y única que se desarrolla del uno al seis de enero de cada año.
Los “Diablos” de Píllaro retornaron a sus casas tras seis días de baile. Píllaro, un cantón enclavado en los Andes centrales del Ecuador es dueño de esta expresión cultural que es una mezcla de colores y ritmos que captan la atención de propios y extraños.
La Diablada Pillareña, como se llama, es una fiesta alegre, colorida, rica en historia y única que se desarrolla del uno al seis de enero de cada año.
Por otro lado, el fotografiar esta mágica tradición es gratificante, hay cientos de escenas ocurriendo a la vez. Disfrutar, trabajar con pausa, mirar el mejor ángulo y utilizar una técnica distinta a la tradicional deja un resultado final asombroso.
Los personajes y los colectivos
Los diablos, las guarichas, los capariches, las parejas de línea y la banda son los personajes que se mueven al mando del cabecilla o líder de cada grupo.
Este año bailaron 14 partidas: Colectivo Minga Cultural Tunguipamba, Chacata El Carmen, Guanguibana, Guanguibana La Paz, La Florida, Marcos Espinel, Rocafuerte, Robalinopamba, San Andrés, Santa Marianita, San Vicente de Quilimbulo, Tunguipamba El Rosal, Diablada Infantil y Escuela Municipal de Danza.
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