Written by: Opinión

EL BREXIT

El Brexit nos ha dado dos lecciones a quienes vivimos en la zona Euro. La primera: los británicos de mayor edad tienen problemas de visión política y no quisieron ver el futuro de su población joven. Una de las visiones de los analistas los ponen en un mal concepto y les dicen que “las añoranzas del antiguo Imperio les llevó a votar en contra de la posibilidad de una Europa plurinacional, donde sus hijos puedan circular libremente en cualquier nación”. Eso implicaba conseguir empleo, seguridad social, residencia… sin ninguna traba en cualquier país europeo.

La segunda: los políticos deben ser responsables de sus actos y Cameron lo ha sido, jugó con fuego y ha renunciado, para que quienes votaron por salir de la zona Euro se responsabilicen de conducir ese tortuoso camino, que, a decir del presidente francés Holland, “mientras más rápido mejor”. Palabras que se pudieran interpretar que para Francia significa tener más peso en las riendas de la zona y, de paso, dar un golpe de mesa a la ultra derecha de Le Pen.

Por el lado alemán, la canciller Merkel sentenció que «no tiene sentido darle vueltas (a la salida de los británicos), hoy es un punto de inflexión para Europa, es un punto de inflexión para el proceso de integración europea». La Canciller alemana y el presidente francés, en suma, aplicarán sus políticas para una nueva Europa.

Hay otros aspectos en que el Brexit ha removido los cimientos europeos, a los ultra nacionalistas, a los independentistas y al naciente populismo de derechas e izquierdas y hoy, en un mitin de PSOE, en el que habló el expresidente Felipe González, se refirió al tema: “El populismo es algo que puede hacernos perder lo que hemos conseguido y los nacionalismo de la extrema derecha quieren ser una vacuna, por el tema migración, pero será un contagio para eso grupos, que quieren destruir Europa” e hizo un llamado a los partidos del centro para no dejar pasar esas propuestas, que ya han causado daño en otras regiones, en alusión a lo que pasa en América Latina y en otras regiones.

El Brexit, en lo económico, ya dio muestras de lo que puede pasar, a la todo poderosa moneda británica. La Libra Esterlina sucumbió en los mercados mundiales frente al dólar. Los mercados cayeron y las previsiones son negativas por no decir nefastas para la economía el eximperio y para los Euro-escépticos que gritaron “Independence Day”.

En un mundo globalizado, pensar tal cual se hacía en la Edad Media, en el oscurantismo europeo y en las ciudades estados, es una mala idea, pero hay que esperar los resultados y tenemos dos años por delante o la presión de Francia y Alemania para que los británicos abandonen la zona Euro lo más pronto, mientras que en  España debemos esperar los resultado del 26J, para ver si el bipartismo sobrevive o llega el zarpazo de Podemos.

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