Con Alejandro Martínez Vélez, nos une una amistad ligada a la fotografía y a la política. Sus estudios en la Universidad Complutense de Madrid, en la facultad de Ciencias Políticas, le llevaron desde muy joven a buscar respuestas, esas respuestas que buscó en las calles y en la Puerta del Sol en Madrid, durante las históricas manifestaciones del 15M. Ese fue su punto de partida con una cámara Canon en su mano y las ilusiones de vivir una ruptura social y humana.
Ahí, nos conocimos, ahí le vi crecer al lado de varios grandes fotógrafos que viven o vivieron en Madrid. Alejo siempre estaba junto a dos de sus compañeros foteros, Andrés Kudacki y a Rodrigo García, con ellos se pateó el Madrid del 15M, y vivió los desahucios de las personas que sufrieron la crisis del ladrillo en España. Los tres retrataron entre las charlas o los consejos de Andrés, la Crisis Española. Ellos me recordaban las coberturas de la crisis ecuatoriana de los 90 y la gran migración de compatriotas a España.
Alejandro y su generación, son fotógrafos, a los que les ha tocado retratar la crisis de su país y de Europa, la de los refugiados africanos, árabes y en especial, la crisis social de quiénes huyen de las guerras, que provocamos los occidentales o sus gobiernos. Esos Gobiernos o los grupos extremistas de derecha, populistas o neo nazis, que se oponen a la llegada de miles de refugiados, que buscan un sitio para volver a sentirse a salvo o ser parte de un conglomerado que quiere la paz.
Él ve ese mundo, en el que se mueven los desplazados de la guerras, los refugiados de las mismas, o los sin techo, y los desahuciados, de una manera diferente a la forma en la que retratan los grandes medios o agencias. Para Alejo, esas coberturas son parte de un boom informativo, que se vuelven cíclicas. Pueden ser las noticas de las guerras en Siria, Afganistan, Libia o Venezuela, pero también las crisis bancarias, la de los gobiernos corruptos tipo Partido Popular en España u otro país, con otra ideología.
Cómo ejemplo nos relata su experiencia en Belgrado. Con mil euros decidió ir a la zona de los refugiados, en pleno invierno, pero él no fue el único, había una nube de periodistas dispuestos a retratar la crisis humanitaria de los refugiados sirios. Y se pregunta, ¿Podría haber retratado otra zona o la misma, pero no en el BOOM?, ¿es necesario buscar la otra parte de la historia, la de los que provocan los conflicto humanos?.
Ese es el día diario de los que sufren esos conflictos, pero no se los retrata, siempre se quiere el BOOM, es lo que vende, enfatiza Alejo, pero él no ha obtenido beneficios, excepto el premio que ha ganado. En España los medios prefieren las agencias o publican una foto de archivo, les resulta más barato y rentable. Ese es el mundo de los nuevos reporteros, una especie de Photo Call de noticias de conflictos o crisis humanitarias, recalca.
Alejo, nos explica que ir a varias zonas de crisis humanitaria, es muy sencillo, pero no a todas. Es coger un billete de avión, llegar a Belgrado o Lesbo, con comodidad absoluta y riesgo cero para quién fotografía, relativamente barato, ya que no haces periodismo de investigación. El habla en primera persona, plantea que no hay investigación, pero que son fotos que interesan a los medios de comunicación. El otro lado no interesa a los medios, pero es lo que hay, y nos reímos uno poco. Me dice es montar una milonga……me recuerda a Kudacki y sus coberturas de los desahucios en Madrid, las manifestaciones del 15M.
Tiene un gran recuerdo y agradece a Andrés, que le guió, también a Olmo Calvo, que son sus más cercanos referentes, con los que pasaron día tras día, retratando y escuchando sus consejos. También enfatiza en el código deontológico de Associated Press, todo eso te guía, en especial al cubrir los desahucios, que tanta tela cortaron en los medios.
Para trabajar en conjunto, lo haría con Jaime Alekos, con quién le une la ilusión de contar historias, de retratarlas. Alejo de imagen en imagen y Jaime con sus increíbles videos y multimedia. Le gustaría ir a Afganistan para trabajar en conjunto, y poder documentar a su gente, sus rostros o el conflicto.
También tiene grande referentes, que son de una gran concepción estética y periodística, como Emilio Morenatti de AP, que cubrió el conflicto de Afganistan. «Dani» Daniel Ochoa de Olza, que al escuchar a Alejo hablar de él, me recuerda las primeras fotos que vi de Daniel. Alejo lo describe a la perfección, es un artista, piensa que se sale del fotoperiodismo, para entrar en la galaxia de la pintura en fotografía, también Susana Vera y Juan Medina de Reuters.
Dentro de los nuevos referentes, tiene a Manu Brabo, que con Walter Astrada, deben ser los principales foto periodistas que han cubierto conflictos y cuya sede es España. También anda por ahí Guillem Valle, joven catalán, que retrata a los pueblos que no tienen país.
Alejo tiene pendiente un viaje por la zona Andina a la que pertenezco, que conozco y espero ver su trabajo por las tierras andinas, igual que un día me gustaría ver que alguien lleve a Daniel Ochoa de Olza a retratar nuestros pueblos y nacionalidades.
Por ahora me quedo con su foto de Belgrado y el conflicto de los refugiados sirios, aunque Alejo dice que le falta madurez. Verlo en las calles de Madrid fotografiando y poder cruzar historias me complace.
Estudios en Economía con especialización en trabajo con organizaciones de desarrollo y sociales. Content Manager en Masquemedicos, portal especializado en salud en España, Ecuador, Chile, Colombia, México y Venezuela. Experta en formulación y gestión de proyectos sociales y en investigación social y movimiento indígena. Proyectos más relevantes coordinados: Los pueblos indígenas del Ecuador protagonistas en la construcción de un nuevo modelo de país. CONAIE. Estado Plurinacional Y Buen Vivir: Debate y Construcción en la Región Sierra del Ecuador. ICCI, Instituto Científico de Culturas Indígenas. Mujeres indígenas y campesinas trabajando por la soberanía alimentaria. Asamblea de Unidad Cantonal de Cotacachi.