Written by: Política

15M “Cinco años no es nada, algo hemos logrado”

Ya hace cinco años que el movimiento 15M, asaltó nuestras conciencias. Los Indignados nacieron en forma de asambleas y manifestaciones populares, en las diferentes plazas y calles de nuestro país.

Madrid celebrar el Quinto año del movimiento de los Indignado y el 15M
Madrid celebrar el Quinto año del movimiento de los Indignado y el 15M. Fotografía: Patricio Realpe/ChakanaNews

Era el año 2011, con mi compañero regresábamos de Ecuador, dejando allí la esperanza de los que todavía creían que las cosas iban a cambiar con los gobiernos “progresistas” del Socialismo del siglo XXI.

Aterrizamos en un escenario de dura crisis económica, que se dejaba sentir en las calles, en los comercios, en los bares, desidia que se vio rota por un hálito de esperanza, el que supuso la presencia de ellos, de los que se tomaron y acamparon en Puerta del Sol, ésos, los “Indignados”.

Hoy, cinco años después, más de tres mil personas acudimos a la Puerta del Sol, pensando que algo se puede cambiar, que tal vez, después de casi cuarenta años de dictadura franquista y un robo difícil de cuantificar en miles de millones de euros, un amigo nos comentaba “cinco años no es nada, algo hemos logrado”.

El surgimiento del 15M

El 15M surge en mayo de 2011 al calor de las primaveras árabes en las que millones de personas salieron a las plazas y calles de las ciudades, siendo Túnez, el lugar donde se prendió la mecha, al que siguió Egipto, Libia, Siria, Yemen, Argelia, Jordania e incluso Marruecos, que al clamor de “El pueblo quiere la caída del régimen”

En el resto de países, sólo queda “saudade” por lo que “pudo haber sido y no fue”, Egipto es el ejemplo, donde Hosni Mubarak, tras 30 años en el poder, fue derrocado, pero que ahora se enfrenta a un régimen que ha acabado con las libertades ciudadanas.

Madrid celebrar el Quinto año del movimiento de los Indignado y el 15M.
Madrid celebrar el Quinto año del movimiento de los Indignado y el 15M. Fotografía: Patricio Realpe/ChakanaNews

Las manifestaciones fueron contagiadas por la esperanza de poder cambiar sus regímenes autocráticos, anhelo que sólo Túnez consiguió, alcanzando a día de hoy una democracia plural por la que la sociedad civil además ha conseguido un Premio Nobel, por su fuerza intermediadora.

En el caso español, hay que partir del hecho de que el 15M nace en el momento más álgido de la crisis económica española, donde el “estado del bienestar” empieza a parecer algo del pasado, en el que los derechos y libertades son recortadas a pasos agigantados, poniéndose en peligro años de luchas y de reivindicaciones; donde los casos de corrupción política y empresarial son cada vez más escandalosos, estalla el caso de las “preferentes” y empiezan los desahucios, los aeropuertos sin aviones o viviendas sin gente.

Todo ello genera una creciente indignación social, que se canaliza en el Movimiento 15M, que se hace presente en el espacio público y político.

Nos encontramos ante un movimiento de ciudadanía muy heterogénea, donde tienen cabida los que cuestionan el sistema, lo establecido, gente con firmes creencias de que el capitalismo no funciona y hay que cambiarlo, pero no sólo desde lo político, sino desde lo económico, desde lo social y desde la propia comunidad; también están los “Indignados” porque se les arrebató su zona de confort, su estado de bienestar y sólo quieren volver a él, sin importar cómo.

Gentes de diferentes estratos sociales y con convicciones políticas totalmente dispares. El 15M también fue una oportunidad para los movimientos más consolidados, como las feministas, los ecologistas o los GLBT para dar voz a sus reivindicaciones mancilladas por el poder.

Madrid celebrar el Quinto año del movimiento de los Indignado y el 15M. Fotografía
Madrid celebrar el Quinto año del movimiento de los Indignado y el 15M. Fotografía: Patricio Realpe/ChakanaNews

“No nos representan”, “Lo llaman democracia y no lo es”, “No somos mercancía de políticos y banqueros”, “Violencia es cobrar 600€”, “Tu pasividad es tu complicidad”, “No es una crisis, es el sistema”, “Error del sistema, reinicie por favor” todo esto escuchamos al llegar a Madrid y se sigue cantando.

La Solfónica, las Mareas, los diferentes afectados por Hipotecas o Preferentes Bancarias, hicieron de esas frases, una forma de expresar sus luchas.

Pero, cinco años después, ¿qué ha ocurrido con el 15M?

El primer efecto y el más claro es una desmovilización social importante, que se ha producido de forma paulatina a lo largo de estos años, en parte, por la aparición de un partido político, Podemos, que se “supone” ha capitalizado una parte de las reivindicaciones y reclamos del 15M, como ya ocurrió en América Latina, con los llamados “gobiernos progresistas”, en relación con las reivindicaciones, del movimiento indígena por ejemplo.

Juan Carlos Monedero, uno de los fundadores de Podemos dice, “Venimos del 15M pero no somos 15M, somos la politización de sus argumentos” “Podemos no es el 15M, pero ha asumido buena parte de sus tareas”.

Madrid celebrar el Quinto año del movimiento de los Indignado y el 15M. Fotografía
Madrid celebrar el Quinto año del movimiento de los Indignado y el 15M. Fotografía: Patricio Realpe/ChakanaNews

El tiempo nos dirá si esta politización del movimiento resulta tan infructuosa como lo fue en América Latina, donde estos gobiernos “progresistas”, tal y como dice Boaventura de Sousa Santos, hicieron continuidad con lo anterior y siguieron con las formas antiguas de hacer política, facilitando ahora la entrada de la derecha, “no transformaron el modelo económico, ni el modelo de desarrollo, ni el sistema político”

Podríamos pensar en una efervescencia similar a la de la Primavera de Praga o el mayo del 68, momentos en los que la ciudadanía creyó firmemente en su capacidad para modificar totalitarismos, burocracias, para recuperar su derecho a expresarse, a vivir libremente, “sin fronteras”, creyó que tenía derecho a indignarse, a decir basta y a encontrar una forma de vida más amable, más compatible con uno mismo y su entorno, más democrática, más compatible con la preservación ambiental, pero cuya mecha poco a poco se fue apagando.

Hoy con una marcha en la que han participado más de 3.000 personas, los activistas nos dicen que el movimiento se ha transformado y que las luchas se han “especializado” en corrientes como la de educación o Marea Verde, la de sanidad o Marea Blanca, y eso se ve como evolución, como un paso adelante, más que haber sufrido una dispersión, de la que hablan los más incrédulos. Y los “herederos” políticos están a la espera de lo que las urnas digan el próximo 26 de junio.

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