Lirya Montano Tumiña es mujer Misak y utiliza el poder de su voz para fortalecer la identidad cultural de su pueblo. Ella hace parte de la comunidad indígena, que está ubicado en el sur occidente de Colombia, en el departamento del Cauca. Vivió gran parte de su vida en una de las veredas de su territorio, que es la vereda la Campana junto a su familia.
Por: Diana Jembuél Morales. Mujer Misak Periodista Indígena de Colombia
A la de edad de los 21 años salió de su casa para iniciar la travesía de la academia. En este momento dio el paso para inscribirse a la licenciatura en música.
Se interesó mucho por la música. Nos comenta: “resulta que cuando estaba estudiando en el colegio el profesor de música vio un talento en la parte del canto”. Ella lo dice con una voz de fuerza. En el colegio empezó a demostrar sus actitudes como cantante y por eso la motivo a tomar esta decisión.
Lirya nos dice: “canto bonito entonces estudiemos música”. Cuando empezó la travesía de estudiar música, no supo lo que era realmente. Porque pensaba : “que estudiar música era ir y tocar un tambor, una guitarra y cantar.» Cuando llegó a pisar la academia le dio un golpe bien grande. Y empezó a ver que la gente sabía muchísimo más que ella, porque no solo cantaban, no solo tocaban un instrumento. Si no que tenían muchísimo más conocimiento musical. Por ejemplo: “ya había personas que solfeaban, es decir que cantaban las notas, ya había personas que conocían de ritmo, ya había personas bastante avanzadas”. Y eso le dio muy duro, porque desconocía totalmente lo que quería decir la palabra “música”.
Sentir y pensar como mujer Misak
Pero sacó fuerza desde su sentir y pensar como mujer Misak y se graduó. Ahora sus semillas de vida, su hija Manuela está dedicada a tocar el piano. Lirya dice que es parte del desarrollo de los niños. Por ese interés quiso que tuviera el contacto de la música ya que ella desde niña no lo pudo hacer.
Desde su pensamiento y sentimiento como mujer Misak nos dice qué es la música para el pueblo Misak. “La música está muy relacionado con nuestro diario vivir. Cada actividad que se realiza, cada cosa que se hace van tomados de la mano. Por ejemplo cuando hay matrimonios, cuando una persona de la comunidad está haciendo una casa, en eso la música hace parte de ella. Pues porque trae esa buena energía, esa buena vibra en el momento en el que se está realizando alguna actividad. En el caso también de la Minga, que es un trabajo comunitario en donde mucha gente va a ayudar a su vecino. Entonces en ese momento también hay una melodía, una canción referente a ese momento que se está viviendo. Por eso es una base fundamental dentro de mi pueblo Misak.”
Su mayor fortaleza, en su tiempo libre toca su guitarra. O empieza a cantar a conectar su voz, sus manos y su sentimiento como mujer. Ella nos dice: “hay situaciones difíciles, entonces, grabo un video, una canción que sea alusiva a esa situación. Me encanta cantar, me encanta tocar la guitarra, me acompaño con el piano que son cosas espectaculares para mí. Y me encanta hacerlo junto a sus hijos.”
En estos momentos de su vida su reto es: “para mi ahorita es poder realizar mi maestría que está pensada en una pedagogía con los niños”. Cosa que ella le gusta trabajar con los niños, “yo disfruto haciendo el trabajo con los niños”.
La música es parte de la identidad ancestral de los pueblos
Para ella la música es un espacio que brinda muchas ventajas más en el caso de los niños. “Es fundamental porque científicamente así se mencionan, así se ha declarado. Que la música es parte del crecimiento y del desarrollo de los niños. Yo por eso quiero seguir y seguir enriqueciéndome en el espacio musical. Para poder demostrar que la música de verdad tiene esa influencia tan poderosa en los niños.”
Lirya Montano tiene siete (7) canciones compuestas por su autoría. Son canciones infantiles donde le nació hacerla, porque estaba viendo que la comunidad. Veía muchos jóvenes, muchos niños que se estaban desviando del camino. Donde ya no les interesaba lo propio. Entonces a partir de ello ha compuesto unas canciones, especialmente con letras en su lengua que es el Namtrik. Pensadas para compartir con los centros educativos, en lugares donde más se pueda. En sus palabras «porque por medio de la música podemos influenciar a muchas personas, la música es un producto que llega a muchas partes”. Las canciones hablan de lo que tiene la cultura, las características de la cultura, los consejos que se daban o se dan hasta ahora desde los mayores.
Su mensaje como mujer que ama cantar y tocar guitarra es: “Primero que todo, que amemos y valoremos el entorno, nuestra cultura, los valores que nos inculcaron nuestros antepasados. Que amemos nuestra ropa, nuestra lengua que en estos tiempos es muy difícil conservarla. Porque sé que nosotros desde niños luchamos en seguir manteniendo nuestra identidad para poder sobrevivir por mucho tiempo. Debemos amar lo que tenemos, lo que somos, sin sentir vergüenza. Porque hablo una lengua indígena o porque yo me visto así esas cosas son de nosotros. Somos privilegiados de tender algo único que no hay en el mundo. Que se vista igual a nosotros, que se hable nuestra lengua, es un privilegio poder ser partícipes, de ser Misak Misak”
La música es la raíz de una parte del origen de la voz de la mujer. Entonces aprovechemos a escuchar música que nos llene el alma y que nos haga sentir orgullosos de lo que realmente somos. Y así seguir fortaleciendo las identidades ancestrales de los pueblos.
Seguimos difundiendo aquello en lo que creemos y por lo que siempre hemos luchado, los derechos del movimiento indígena, de las mujeres o warmis, de los grupos LGTBI, de los trabajadores y los derechos de cuidar a la naturaleza.
Múltiples voces, distintas ideas, pensamientos y miradas.